La administración de fincas se encarga de la gestión integral de comunidades de propietarios, abarcando tareas como la contabilidad, la recaudación de cuotas, el control de mantenimiento y reparaciones, y asegurándose de que la comunidad cumpla con todas las normativas legales vigentes.

El administrador de fincas es responsable de gestionar todos los aspectos relacionados con la comunidad, desde la administración económica (como la gestión de presupuestos y pagos) hasta el mantenimiento físico de las instalaciones. También se encarga de convocar y coordinar las juntas, asegurar el cumplimiento de las normativas legales y ofrecer asesoramiento en cuestiones técnicas o legales.

En una comunidad de propietarios, existen principalmente dos tipos de juntas:

1. Junta Ordinaria: Se celebra una vez al año para aprobar temas recurrentes como el presupuesto, la liquidación de cuentas y la planificación de actividades.
2. Junta Extraordinaria: Se convoca cuando es necesario tratar temas urgentes o específicos que no pueden esperar hasta la junta ordinaria, como reparaciones imprevistas o cambios importantes en la comunidad.